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Experiencias viajeros Trucos de Japonismo para personalizar nuestro viaje con experiencias diferentes

Autor: Japonismo
Biografía: Laura y Luis son dos apasionados de Japón. En 2006 crearon Japonismo para compartir su pasión con todo el mundo.

 

Cuando preparamos un viaje a Japón decidimos qué ciudades vamos a visitar, dónde vamos a dormir, qué sitios queremos ver y hasta qué platos nos morimos de ganas por probar. Todo ello es importantísimo y dará forma a nuestro viaje, pero si queremos terminar de redondearlo, os recomendamos incluir actividades y experiencias de todo tipo.

 

Dormir en una posada tradicional (ryokan), disfrutar de los baños termales (onsen), cantar en el karaoke, pasear en kimono o vestirse de maiko o geisha son sólo algunas de las experiencias más comunes que cada vez más viajeros añaden a sus itinerarios por Japón.

 

Sin embargo, existen muchísimas más actividades que podemos realizar que van más allá de las típicas que ya os hemos contado. A continuación, os damos unas cuantas ideas adicionales para que podáis personalizar vuestro viaje.

 

Aprende artesanías tradicionales

 

Japonismo

 

En Japón existen multitud de talleres que nos permiten aprender sobre artesanías locales y tradicionales de los lugares que visitamos, con mayor o menor profundidad. Cerámicas, textiles, lacados, trabajos en metal, bambú, madera o papel son sólo algunos de los ejemplos de estas artesanías tradicionales japonesas.

 

Durante tu viaje puedes pintar tu propio abanico (sensu) en Kioto, esculpir tu propio cuenco lacado con oro en Wajima (península de Noto en la prefectura de Ishikawa) o trabajar con pan de oro en Kanazawa. En la prefectura de Gifu también puedes aprender a hacer cuchillos de cocina en Seki o farolillos y paraguas de papel washi en Mino. Pero también pintar una auténtica pieza de porcelana kutaniyaki en Kutani (prefectura de Hyogo) o crear muñecas tradicionales (ningyo) en Tokio. Y estos son sólo algunos ejemplos básicos de artesanías tradicionales, porque estos talleres los vas a encontrar por todo Japón.

 

En muchas ocasiones los viajeros no se atreven a hacer este tipo de talleres porque piensan que al no hablar japonés no van a poder realizarlos con soltura y… ¡nada más lejos de la realidad! Al ser talleres prácticos, basta con fijarnos en cómo el artesano realiza todos los pasos y aprender a partir de la imitación, ¡algo muy japonés!


Vuelve a la época de los samuráis

 

Como decíamos, una opción cada vez más popular entre quienes viajan a Japón es vestirse con un kimono y pasear por barrios tradicionales, como el barrio de Gion en Kioto, el barrio de Asakusa en Tokio o hasta los jardines Kenrokuen en Kanazawa.

 

Sin embargo, si quieres hacer algo aún más especial, puedes vestirte de samurái en el interior del castillo de Ozu en Shikoku y saludar a los pasajeros del tren turístico Iyonada Monogatari con grandes banderolas… ¡es como volver al pasado!

 

Si te interesa la historia de los samuráis, otra opción interesante es visitar la ciudad de Aizu-Wakamatsu en Fukushima, apodada “la ciudad de los samuráis”. En el recinto Nisshinkan, una antigua escuela para los hijos de los samuráis de la región, puedes practicar tiro con arco tradicional en las antiguas instalaciones de la escuela. ¡Te sentirás como un auténtico samurái!


Baila danzas tradicionales

 

 

En Japón existen muchos festivales de baile en los que, al final de la jornada, los espectadores podemos unirnos al desfile y aprender a bailar in situ esa danza tradicional.

 

Dos de los más conocidos son el Sansa Odori de Morioka y el Awa Odori en Tokushima. Pero no te apures. Si te resulta imposible acercarte hasta Tokushima, por ejemplo, puedes aprender a bailar los tradicionales bailes awa en Koenji, un barrio al oeste de Tokio. Aquí se celebra un festival Awa Odori muy especial a finales de agosto, por lo que es una oportunidad única de aprender los movimientos de este baile tradicional en plena capital japonesa.

 

También a finales de agosto podemos disfrutar de los bailes yosakoi en Tokio. El yosakoi es una especie de modernización del baile awa. Se trata de una danza con movimientos enérgicos que combina pasos de baile tradicionales con movimientos modernos y música actual. Por su parte, Kochi, Sapporo o Sendai son grandes capitales del yosakoi, pero si no podemos ir hasta allá para disfrutar (¡y practicar!) este baile, podemos hacerlo en la propia Tokio donde se celebran varios festivales de yosakoi a lo largo del año. Es por ello que también hay multitud de talleres para aprender los movimientos básicos del yosakoi… ¡una manera estupenda de pasar la tarde en Tokio!

 

Finalmente, otra oportunidad de aprender bailes tradicionales es si viajamos durante la época del Obon (mediados de agosto). En multitud de ciudades y barrios de todo el país se organizan los bailes de Obon o bon odori. Y en ellos se espera que te unas al gentío, mirando cómo el resto de asistentes hacen los pasos y replicándolos. Nadie te va a decir nada, al contrario, serás más que bienvenido. Un ejemplo perfecto puede ser Gujo-Hachiman, con un festival de bailes muy popular en Gifu, el Gujo Odori, que se celebra durante nada más y nada menos que 32 noches.


Colecciona goshuin

 

 

En muchísimos templos budistas podemos conseguir una caligrafía hecha a mano específica del templo. Es habitual que un monje o trabajador del templo, detrás de una ventanilla, escriba una preciosa caligrafía con sellos específicos del templo, y nos la ofrezca para recordar nuestra visita a cambio de un pequeño donativo de unos 300 yenes, generalmente.

 

Estas caligrafías se llaman goshuin y una actividad preciosa durante nuestro viaje por Japón es comprar una libreta específica en el primer templo que visitemos e ir coleccionando los distintos goshuin de todos los templos que veamos durante nuestro viaje. Aunque por 300 yenes una caligrafía suelta es muy asequible, te aseguramos que vas a querer coleccionarlas todas. Así que el mejor consejo que te podemos dar, por experiencia propia es que lleves suficiente dinero en metálico.

 

Existen libretas especiales para coleccionar los sellos de los templos que forman parte de una peregrinación en concreto, como por ejemplo la peregrinación de los 88 templos de Shikoku (Shikoku Henro). Pero si no, simplemente podemos ir coleccionando todos los goshuin que queramos. Al volver a nuestro país será un recuerdo imborrable de nuestro viaje.


Toma un tren local especial

 

Japonismo

 

En Japonismo somos muy fans de los trenes japoneses, así que una experiencia que siempre recomendamos es la de tomar un tren local y disfrutar no tanto del destino en sí, sino del propio trayecto en tren.

 

Hay trenes locales que nos permiten ver dibujos en campos de arroz (como la línea Akita Nairiku en Tohoku), trenes locales con forma de gatito en los que hasta una gata es jefa de estación (Tamaden, en Wakayama), otros que pasan entre fábricas y papeleras a los pies del monte Fuji (línea Gakunan, en Fujiwara)… Pero además, en Japón cada vez hay más trenes turísticos con grandes ventanales, servicio de comida tradicional y preciosos recorridos para el viajero que busca algo diferente. ¡Podríamos haceros un artículo específico de trenes y aún nos faltaría espacio!

 

Otras experiencias preciosas son disfrutar de una ceremonia del té en algún jardín tradicional japonés, aprender a hacer meditación zazen o copiar sutras en un templo local, participar en una clase de caligrafía o de cocina japonesa… las oportunidades son infinitas. A nosotros, de hecho, nos encanta incluir siempre alguna en nuestros muchísimos viajes por Japón.

 

Así que ya sabes, busca la experiencia que mejor se ajuste a tus intereses y a tu viaje y… ¡disfruta al máximo!

 

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