ITINERARIOS Espectaculares sitios declarados como Patrimonio Mundial en Tohoku Un retiro terapéutico en la cordillera Shirakami y los doce lagos de Juniko

Toma el tren de la línea Gono, una de las más paisajísticas de todo Japón, y deléitate con las extraordinarias vistas al mar del Japón a un lado y a la cordillera Shirakami al otro.

Disfruta de un paseo por Juniko, un grupo de inmaculados lagos y estanques de color azul cielo bordeados por los bosques de fagus de la parte oriental de la cordillera Shirakami.

Se cree que se formaron tras un deslizamiento de tierra provocado por un grave terremoto que tuvo lugar en 1704. Hay un total de 33 lagos, aunque la región se llama Juniko —o 12 lagos—, porque tan solo se aprecian 12 desde la montaña derrumbada. Incluso podrás probar el agua pura fresca de Juniko en algunos lugares.

Maravíllate con las increíbles vistas del cañón Nihon, que recuerda al famoso Gran Cañón de Estados Unidos. Aquí, los dinámicos valles en forma de «u» y los acantilados te hipnotizarán, al igual que las espectaculares superficies rocosas con muestras visibles de la toba volcánica como resultado de la erosión y el deterioro.

En el maravilloso estanque Nakamichi-no-ike, con el reflejo verde de los árboles del sendero montañoso en su superficie, te darás cuenta de la belleza que esconden las cosas pequeñas.

La siguiente parada del recorrido es el lago Wakitsubo-no-ike, famoso entre los lagos de Juniko por sus aguas azules y puras.

Sigue hasta el lago Ochikuchi-no-ike y su maravillosa estampa fotográfica, en su máxima expresión en otoño cuando los fagus de la zona adquieren extraordinarias tonalidades naranjas.

Párate en el lago Aoike para contemplar el color azul cristalino y transparente de sus aguas. Su nombre significa «estanque azul» en japonés.

Reposa los pies después de la caminata y alójate en Furofushi Onsen, un hotel balneario famoso por sus baños al aire libre que se adentran en el mar del Japón. Siente la agradable brisa marina mientras escuchas el murmullo de las olas y disfrutas de un baño con maravillosas vistas del horizonte.

El agua termal emana desde una profundidad de 200 metros y el nombre de Furofushi proviene de un refrán que dice lo siguiente: «Si me cuido aquí, no envejeceré ni perderé fuerza».

Continúa el viaje en la línea Gono hacia la estación de Senjojiki, a través de la ciudad montañosa de Fukaura. De camino, no te pierdas las numerosas y curiosas formaciones rocosas naturales que se han moldeado con el paso del tiempo durante millones de años. Bájate en Senjojiki y pasea por la costa para contemplar algunas de ellas de cerca.

Si regresas en dirección a Tokio, merece la pena visitar y explorar Kakunodate, su arquitectura del período Edo y el distrito samurái de esta localidad del siglo XVII, famosa por la espectacularidad de sus cerezos en flor y muy cercana a los límites entre las prefecturas de Akita e Iwate. Si te apetece hacer alguna otra excursión, te recomendamos que explores la prefectura de Iwate y la ciudad de Hiraizumi , declarada Patrimonio Mundial.

Si decides viajar más hacia el norte desde la estación de Senjojiki por el litoral, entrarás en la prefectura de Aomori, donde se celebra el colorido Festival Nebuta y se encuentra la ciudad fortificada de Hirosaki .