Un viaje hacia la elaboración tradicional de las espadas japonesas
En medio de la exuberante vegetación de las montañas de Chugoku, se extiende un paisaje atemporal que parece resistir el paso del tiempo. La producción de hierro en esta región se remonta a finales del siglo VI, y a medida que la tecnología evolucionó, el acero producido aquí desde el periodo Edo (1603–) hasta principios del periodo Meiji (1868–) se convirtió en la base de las espadas japonesas. En su apogeo, esta zona representó casi el 90% de la producción de acero de Japón. Hoy en día, unos hábiles espaderos siguen forjando este acero en extraordinarias espadas japonesas, preservando viva una tradición centenaria.
Aquí podrás presenciar la insólita técnica tradicional de fundición de la tatara. En el único takadono (horno alto) que queda en Japón, los visitantes pueden contemplar el antiguo proceso de fabricación del hierro utilizando arena de hierro y carbón vegetal, manteniéndose fieles a los métodos transmitidos durante siglos. La cultura local, profundamente conectada con las creencias presentes en lugares como el santuario de Kanayago, refuerza aún más el vínculo entre la gente y la tierra.
Además, es posible interactuar directamente con los espaderos que trabajan en Hiroshima, observando de cerca su hábil artesanía. Por otro lado, en el castillo de Matsue y en los jardines Sengoku de Hiroshima se ofrecen programas basados en el código del Bushido, que te permitirán conocer y sentir realmente el espíritu de los samuráis.
Rodeado de una enriquecedora belleza natural, aquí tendrás la oportunidad de vivir intercambios cálidos y sinceros mientras te adentras en una cultura forjada durante siglos. Disfruta de este momento especial y vive una experiencia única que solo podrás encontrar aquí.