WAKAYAMA Nachisan Un santuario de dioses y un importante destino en la ruta Kumano Kodo, Patrimonio Mundial

El santuario Kumano Nachi Taisha es uno de los lugares más fotogénicos de Japón. Una potente cascada en un bosque virgen es el centro natural de este hogar espiritual de los devotos de los dioses de la montaña.

Ubicada al sur de Nara, en la prefectura de Wakayama , a la zona de Nachisan se accede en transporte público.

Desde la estación de Kii-Katsuura de Wakayama, toma un autobús de 30 minutos hasta Nachi-no-Taki-mae. Para quienes se desplacen a la zona desde fuera de la prefectura de Wakayama, la línea JR Kisei Honten lleva directamente desde Nagoya o Shin-Osaka hasta Kii-Katsuura. El viaje desde Nagoya dura apenas 4 horas y ofrece espectaculares vistas de la costa de Wakayama por el camino.

Desde la base del valle hasta los lugares sagrados del santuario Kumano Nachi Taisha , el templo Seigantoji y la cascada de Nachi , esta escalera empedrada y ligeramente en pendiente es una muestra de unos 600 metros de la ruta de peregrinación del camino de Kumano .

Protegido por un toldo de cedro, alcanfor y bambú, también puedes subir los 267 peldaños con un kimono del periodo Heian para vivir la experiencia completa del peregrino.

Oculto en la falda de la montaña, el santuario Kumano Nachi Taisha es una de las paradas espirituales de la ruta de peregrinación del camino de Kumano y uno de los tres santuarios sagrados que hay en el camino. Está consagrado a la diosa Musubinokami, la deidad del matrimonio, ya que su nombre se podría traducir como «hacer un nudo».

Codeándose con el santuario sintoísta Kumano Nachi Taisha está el templo budista Seigantoji . Estos dos centros espirituales, de confesiones diferentes, estuvieron unidos en su día hasta que la política obligó a las dos religiones a dividirse en el siglo XIX.

Teologías aparte, los afilados bordes rojos de la famosa pagoda del templo sobresalen por delante de la rugiente cascada de Nachi. El templo Seigantoji es un monumento espectacular que no debes perderte.

Si miras hacia lo alto de la cascada, verás guirnaldas de papel en zigzag atadas a una cuerda unos metros por encima. Se conocen como shide y señalizan la morada de una deidad.

Los primeros documentos de Japón indican que la cascada lleva siendo venerada como la morada de una deidad sintoísta desde tiempos inmemoriales, y esto explica el motivo por el cual Nachi Taisha y Seigantoji se construyeron aquí más tarde. Estar ante semejante poder natural no te dejará indiferente.

Cada año hacia mediados de julio, la zona se ilumina con llamas durante la celebración del festival Nachi-no-Ogi. Desde el santuario Kumano Nachi Taisha , portadores de antorchas gigantes, vestidos de blanco, purifican el antiguo camino que lleva a la cascada. El punto álgido del evento tiene lugar cuando se prende fuego a doce santuarios portátiles con cánticos, humo y llamas.