Tsu 津

Tsu no tiene el reconocimiento de otras grandes ciudades de la zona como Kioto , Osaka o Nagoya , pero si quieres explorar la multitud de atracciones disponibles en la prefectura de Mie , te recomendamos que busques alojamiento en esta ciudad. Utilizarla como punto de partida te resultará cómodo; no tendrás que ir cambiando de hotel y te servirá, además, para ahorrar tiempo mientras exploras la zona.

Desde Nagoya resulta relativamente fácil acceder a Tsu en tren o en ferri. El trayecto es de 1 hora. Si viajas desde el centro de Osaka, el recorrido se alarga media hora más.

Si viajas en avión y tu vuelo llega al aeropuerto internacional Chubu Centrair, en las afueras de Nagoya, el acceso más rápido es el barco exprés, que te acercará a Tsu en 45 minutos. Desde el centro de la ciudad, tardarás 50 minutos en la línea rápida limitada desde la estación de Nagoya Kintetsu, y 55 minutos en la línea Kisei desde la estación de Nagoya. Si viajas desde Osaka, llegarás en 90 minutos en la línea Kintetsu desde la estación de Osaka Namba. Los ferrocarriles locales Ise también cubren la ciudad.

Alójate en una zona central de la prefectura de Mie si tienes previsto disfrutar de las diversas actividades y visitar las diferentes atracciones que ofrece la prefectura, entre las que destacan los terrenos sagrados del santuario Ise Shrine, el circuito de Suzuka , con diversión garantizada y la posibilidad de conducir por la pista, el parque temático del pueblo español de Shima, las aguas relajantes de Yunoyama Onsen y el ambiente ciberpunk nocturno del muelle industrial de Yokkaichi.

Si el motivo de tu viaje a Japón es esencialmente gastronómico, puede que te interese saber más sobre la ternera de Matsusaka. Si bien no es tan conocida como la de Kobe, es una carne con un increíble sabor que se cría en las proximidades, concretamente en la ciudad homónima. No te costará encontrar un restaurante donde sirvan este tipo de carne.

Mientras exploras Tsu descubrirás otros platos interesantes. El ichigo daifuku es un pastel dulce de arroz relleno con una fresa y pasta de judías dulces, aunque puede que también encuentres otras versiones con diferentes sabores. El unagi —anguilas a la parrilla— es uno de los platos populares de verano.

Si quieres empaparte de la historia local y los atractivos de la ciudad, acércate al parque que hay alrededor de las ruinas del Castillo Tsu, donde podrás admirar la reconstrucción de la torre.

Otro magnífico y céntrico lugar para tomar fotografías es el templo Kannonji, con un patio frente al salón principal y una pagoda de cinco pisos a la izquierda. A diferencia de la mayoría de edificios en complejos de templos, estos dos están pintados de colores vivos y ornamentados.

Si lo visitas a finales de febrero, puede que estés de suerte y veas los albaricoques japoneses en flor. El santuario Yuki queda en la parte norte de la ciudad y es un lugar especialmente bonito si quieres contemplar la belleza de las flores.

Un poco más al norte, cerca de la estación de Ishinden en la línea principal Kisei, encontrarás Senjuji, el templo budista más grande de la prefectura de Mie. Está a cargo de la escuela budista Tierra Pura, la cual organiza, del 9 al 16 de enero, un evento de una semana que se conoce como el bautizo Oshichiya. Durante la celebración se exponen algunos de sus tesoros nacionales al público. El festival de Tsu se celebra cada año en octubre. El acto principal es el Tojin Odori, un baile en el que los artistas llevan elaborados trajes basados en los de los visitantes, un hecho que a los locales de antaño les parecía muy exótico.

Si tienes conocimientos de arte, el Museo de Arte de la Prefectura de Mie , cerca de la estación de Tsu, alberga una variada colección de obras de artistas locales y otras figuras notorias, como Monet, Renoir y Dalí.

Si ya te has empapado de cultura lo suficiente y te apetece simplemente divertirte o relajarte, puedes jugar con la arena y el agua en la playa de Niezaki.

A los más pequeños puede que también les guste el MieMu, un museo con exposiciones de la historia natural de la zona, con temáticas que cubren desde la gigante salamandra japonesa hasta fósiles de stegodon, más conocido como el «elefante de Mie», además de reproducciones de pueblos de pescadores y agricultores.