El antiguo encanto de un escondite aislado en Shikoku

La remota ubicación rural del valle de Iya ofrece emocionantes aventuras y tranquilidad

Pocos lugares parecen estar tan intactos frente al paso del tiempo como el valle de Iya en el centro de Shikoku. Surcado por ríos y salpicado por picos montañosos, la remota ubicación de esta región tan poco poblada ha ayudado a preservar muchos de los atractivos de la vida japonesa tradicional.

Los visitantes en busca de emociones querrán cruzar el precario puente doble de cuerda que atraviesa el valle que, cuenta la leyenda, fue construido originalmente por guerreros que huían de una batalla hace más de ocho siglos. Pasea por las escarpadas colinas para obtener una vista de las terrazas de cultivo excavadas en la montaña para alimentar a la aldea de Ochiai, famosa por sus casas de techo de paja. Visita el pueblo de Nagoro, rodeado por más de 300 espantapájaros, cada uno con su propia expresión facial única.

Relájate y disfruta del ritmo tranquilo del valle de Iya. Pasa la noche en una granja tradicional o disfruta de la hospitalidad de una posada. Hay vistas impresionantes del entorno natural por todas partes, así que no te sorprendas si te encuentras a ti mismo olvidándote del mundo más allá de este encantador valle de montaña.

Sora no Sato