Uji 宇治

En la pintoresca ciudad de Uji transcurre parte de la trama de la obra maestra de la literatura del siglo XI el «Romance de Genji». Los campos de té, las casas del té y los lugares sagrados han convertido a esta localidad en un destino muy popular para pasar el día a las afueras de Kioto.

En Uji hay un río con el mismo nombre por el que puedes pasear o recorrer en barco y en sus márgenes hay muchos restaurantes y tiendas. El puente de Uji se considera uno de los lugares más románticos de Kioto por su conexión con el romance de Genji. En esta localidad aseguran contar con una histórica tienda de té y un edificio de un santuario sintoísta.

En Uji hay dos estaciones por donde pasan las líneas JR y Keihan, respectivamente, y se puede llegar en menos de 1 hora desde Kioto.

Desde la estación de Kioto, toma la línea Nara hasta la estación de Uji. El trayecto dura alrededor de 17 minutos. Desde la estación de Demachiyanagi, al final del trayecto de la línea Keihan en la mitad norte de Kioto, se tarda unos 40 minutos en llegar a la estación Keihan Uji.

©Uji City

©Uji City

Los monjes budistas trajeron el té verde a Japón desde China en el siglo VII. Se solía consumir molido para facilitar la digestión y por el efecto estimulante de su cafeína durante las largas jornadas de meditación. No fue hasta el período Kamakura (1192-1333) cuando se comenzó a disfrutar como bebida. El té verde molido se convirtió en el eje central de la ceremonia del té, que alcanzó gran popularidad entre las clases nobles.

Eisai (1141-1215), el sacerdote al que se le atribuye haber implantado el budismo zen en Japón, escribió sobre los beneficios del té verde y enseñó a los sacerdotes de Uji todo sobre su cultivo. Debido a que Uji es uno de los primeros lugares en los que se comenzó a cultivar el té, su nombre se asocia fácilmente a la infusión, y su reputación de producir un té de gran calidad ha hecho que la zona sea famosa en todo Japón.

Recorre las calles repletas de restaurantes de Byodoin Omotesando y descubre los aromas inconfundibles del té verde y tostado en los exquisitos helados y postres, e incluso en sopas de fideos soba.

El Festival del Té de Uji se celebra en el templo Koshoji el primer domingo de octubre. Durante el festival, los sacerdotes hacen ofrendas de té en cuencos a las estatuas, erigidas en honor a los que convirtieron a Uji en la meca del té.

La tienda de té más antigua de Japón está aquí, en Uji. La tienda Tsuien tiene una larga trayectoria que se remonta a 1160 y, actualmente, la lleva la 24.ª generación de la misma familia. La tienda sirve sabrosos helados de té y dumplings de arroz, y su ubicación privilegiada junto al río Uji la convierten en una excelente parada.

Byodoin Omotesando es la arteria principal de la ciudad, de 300 metros de longitud, por donde se reparten tiendas que venden recuerdos relacionados con el té y deliciosos piscolabis. Visita la popular tienda de té Taihoan, donde puedes participar en una tradicional ceremonia del té por 1000 yenes, que incluye un cuenco de matcha, o té verde molido, y unos dulces japoneses para acompañar.

Para vivir una experiencia interactiva, participa en un taller en Fukujuen Ujicha Kobo, y aprende todo lo relacionado con el proceso de elaboración del té, desde cómo molerlo hasta cómo conseguir el grado de consistencia perfecto, con la posibilidad, además, de probar diferentes variedades. En el mismo margen del río, se encuentra el Centro de Alfarería Asahiyaki, donde puedes probar el torno.

El río Uji divide la ciudad en dos. Hay cruceros por el día y exhibiciones de pesca con cormoranes por la noche.

El puente Uji , construido en torno al año 646, aparece en varias obras de arte y literatura japonesa; la más famosa es el «Romance de Genji». Esta famosa novela ficticia cuenta la historia del príncipe Genji y sus amantes, y es una valiosa aportación sobre las costumbres de las clases nobles durante el siglo XI.

Tras analizar exhaustivamente sus maderas, los científicos concluyeron que las estructuras más antiguas de Ujigami datan del año 1060, por lo que es el santuario sintoísta original más antiguo de Japón.  

Podrás ver que el tejado de la estancia principal tiene una curvatura distinta, construida en el estilo arquitectónico nagare-zukuri.

El templo Byodoin se fundó en 1052 y está consagrado al buda Amida, cuya estatua está cubierta de hoja de oro. La sala Phoenix del templo está rematada con dos aves fénix, símbolo de protección, y todavía hoy pueden apreciarse los restos de las primigenias pinturas que decoraban sus paredes.

Las visitas guiadas recorren esta sala y también el museo, con reproducciones fidedignas de estas pinturas, con los colores tal y como eran en su estado original. Las 52 estatuas bodhisattva con instrumentos musicales se consideran obra del maestro escultor Jocho.