Aurore: "Dormir en un ryokan es la experiencia que hay que vivir"

Aurore es francesa y vive en Barcelona. Apasionada de los viajes empezó a viajar sola por todo el mundo a los 20 años. Es autora del blog Viajar a la Aurora , donde relata sus aventuras en los destinos que visita, presentando lugares turísticos de manera distinta, con su toque personal. Durante los últimos 10 años ha visitado numerosos destinos en Europa y América y este año ha realizado su primera incursión en Asia con un memorable viaje a Japón. En esta entrevista Aurore nos cuenta su experiencias, lugares favoritos y tips para un viaje perfecto por el país nipón.

Aurore, hace poco has estado de viaje en Japón, cuéntanos, ¿fue tu primer viaje? ¿Con quién viajaste y cuántos días estuvisteis en Japón?

¡Si! Fue mi primer viaje a Japón y, de hecho, fue mi primer viaje en el continente asiático. Llevaba unos años con este destino en mente y por fin, hace un par de meses, pude vivirlo. Viaje con dos amigos, uno que ya había ido varias veces a Japón y otro para quién fue también la primera vez. Nos quedamos dos semanas en el país.

¿Qué destinos visitaste?

Fue muy complicado elegir, pero para el primer viaje, decidí reservar alojamiento en Tokio, Kioto y Osaka, visitando también destinos cercanos a esas ciudades como Himeji o Nara.

¿Cómo organizaste el viaje? ¿Algún consejo para los viajeros a la hora de organizar su viaje?

Organicé el viaje sola, leyendo miles de artículos de la página de Visit Japan y blogs de viajeros que tienen los mismos intereses turísticos que yo. También, me gusta ir un poco a la aventura entonces me dejé varios puntos por descubrir en el lugar. Por ejemplo, al buscar sitios por visitar, intentaba leer la historia del lugar o sus puntos importantes, pero sin ver muchas fotos, ¡así no tuve demasiado spoiler!

¿Cuál fue tu lugar favorito de Japón y por qué?

¡Me enamoré de Kioto! Encontré un sentimiento de paz en la ciudad entre sus templos y sus tradiciones. Fue la primera ciudad del viaje y, a pesar de intentar no repetir destinos, sin duda volveré a Kioto.

¿Cuál es tu comida japonesa favorita? ¿Dónde recomiendas probarlo?

Tenía mucho miedo de la comida porque no como pescado. La verdad es que Japón es un país con tanta diversidad gastronómica que, sea cual sea tu restricción alimentaria, puedes encontrar muchas opciones. Puede parecer respuesta cliché, pero el plato que repetiría mil veces es el ramen. Es un plato fácil de encontrar en Barcelona donde vivo, pero la experiencia en Japón es de otro nivel. Fuimos a un restaurante de ramen famoso en Tokio (que, de hecho, aparece en el último videoclip de Rosalía), y fue sin duda la mejor cena de todo el viaje.

¿Qué fue lo que más te sorprendió de Japón?

Lo fácil y rápido que es moverse por el país. Antes de viajar, me parecía todo complicado, entre el JR Pass, el Shinkansen, los metros… Pero en si, todo está muy bien organizado. Nunca olvidaré lo que sentí al subirme al metro de Tokio por primera vez.

¿Hay algún aspecto de la cultura japonesa que te llame especialmente la atención?

Antes de viajar a Japón, no había tenido casi acercamiento a la cultura. Nunca vi realmente animes, ni leí manga. Entonces, todo fue nuevo para mí. Creo que lo que más me llama la atención y quiero seguir investigando es el respeto que se tiene hacia el otro. Además, regresé con ganas de estudiar japonés. No hay mejor manera de conocer más una cultura que estudiando, aunque sea poco, su idioma.

¿Alguna experiencia que destaques de tu viaje? (Por ejemplo: onsen, alojarse en un ryokan, ceremonia del té….)

Dormir en un ryokan es la experiencia que hay que vivir. Para nosotros fue en Kioto. Tenía miedo de no dormir bien, de no estar cómoda y la verdad, fue de mis mejores noches de viaje.

Además, sabemos que visitasteis un matsuri, ¿cómo fue la experiencia?

¡Si! Fuimos al Sanja matsuri, en el barrio de Asasuka en Tokio. Es uno de los festivales más importantes de la ciudad. Al ir, no sabía qué esperarme, no sabía ni que era un matsuri y fue una muy buena sorpresa. Ver a tanta gente participando en las procesiones es una experiencia única. Además, se siente un ambiente muy peculiar, de respeto, de creencias, de esfuerzo… Vimos procesiones, pero también vimos cómo se preparaban y vestían, probamos comida en los puestos armados para el evento y escuchamos música tradicional.

Vimos en tu Instagram que visitasteis el parque Japan Universal Studios, ¿qué tal lo pasasteis? ¿Recomiendas la visita? La parte de Super Nintento World fue tu favorita, ¿verdad?

Mis dos compañeros de viaje son amantes de los videojuegos y a mí me encantan los parques de atracciones así que, el parque fue un paso obligatorio. Primero, entramos en la parte de Harry Potter, y me sentía nueva integrante de Hogwarts de verdad. Cada zona está desarrollada al 100, tanto por lo que ves como por lo que escuchas e incluso, algunos olores. La parte de Super Nintendo World fue mi favorita en cuanto a diseño. Parece que entras como nuevo personaje en Mario Kart, ¡literal!

¿Cuál dirías que es el mejor recuerdo que tienes de Japón?

Uff elegir solo uno es difícil. Diría que me quedo con la sensación que tuve al entrar por primera vez en un templo. Fue el templo de las 1001 estatuas en Kioto, el templo Sanjusangendo.

Algo que compraste en Japón

Compré muchas cosas, sobre todo comida para que probará mi familia. Me traje también de recuerdo un daruma y ya encontré mi propósito. Entonces, a trabajar para lograrlo.

¿A qué lugar de Japón te gustaría volver?

Sin duda: Kioto. Ah y también, ¡al restaurante de ramen!

¿Qué destino o experiencia te quedó pendiente para tu próximo viaje a Japón?

Aunque lo tenía planeado, no pude ir ni a Hiroshima, ni a la isla de Miyajima porque viajé cuando estaba el G7. Tampoco me dio tiempo de ir a un onsen, sin duda se queda para el próximo viaje.

Para terminar… ¿Qué recuerdo te llevas de Japón?

Más que verlo, Japón es un destino que se vive. Todavía, cuando veo fotos de mi viaje, logro sentir lo que sentí en el momento. Entonces creo que mi mejor recuerdo de Japón son sensaciones: el respeto que sentí al entrar en un templo, las risas tomando fotos en un purikura, la sensación de no tener ojos suficientes para ver todos los carteles de tiendas y restaurantes en las calles de Osaka, el silencio del metro, los olores a comida callejera…

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