La búsqueda de la autenticidad es uno de los motivos para elegir destino y, por ello, el país nipón ofrece múltiples vivencias exclusivas e irrepetibles. No solo para disfrutar durante una ocasión especial, sino también para conocer más sobre su extensa y profunda cultura.
Japón destaca por su cultura, naturaleza, gastronomía, tradiciones e, incluso, sus alojamientos. Es por ello por lo que muchas de sus localidades realzan esta riqueza con el fin de ofrecerse como un destino de viaje plenamente auténtico. Sentimientos, sensaciones y recuerdos inolvidables se viven en Japón al adentrarse en estas cinco experiencias únicas.
Matsunozushi, cocina tu propio sushi
Este elegante restaurante especializado en sushi edomae abrió sus puertas en 1910. Situado en Shinagawa, cerca de la bahía de Tokio, ofrece una de las experiencias culinarias más exclusivas que pueden vivirse. El comensal acompaña al chef a primera hora del día a la lonja o al mercado para seleccionar juntos el pescado que le apetece degustar. Después, ya en el restaurante, el propio chef impartirá una lección de preparación de sushi. Además, los visitantes también podrán conocer y probar otros elementos de la cultura japonesa, como el shamisen (instrumento de cuerda), el taiko (tambor japonés) o asistir a demostraciones de artes marciales japonesas.
Degusta el mejor sake en Miyagi
Urakasumi es una de las bodegas de sake más importantes y famosas de la prefectura de Miyagi e, incluso, de todo Japón. El recinto, de más de 300 años de antigüedad, abre sus puertas al visitante para dar a conocer el proceso de fabricación del sake y ofrecer una degustación de esta bebida. Uno de los detalles que hacen que el sabor de su sake sea tan particular es su almacenamiento en tradicionales barriles de madera. Durante la visita, no todo gira en torno a esta bebida, sino que también se podrá disfrutar de una comida de la gastronomía francesa maridada de la bebida japonesa o también visitar el santuario Shiogama-jinja para ver cómo se ofrece el sake a los dioses.
Aritayaki: crea tu propia cerámica
La localidad de Arita (en la prefectura de Saga) es el lugar de nacimiento de la porcelana japonesa. Además de poseer una rica historia desarrollada a lo largo de los siglos, esta ciudad produce magníficas cerámicas desde 1610. Aquí se puede conocer en profundidad la cerámica Aritayaki, una artesanía tradicional de Japón, y experimentar la fabricación de este tipo de material en talleres privados. Si los visitantes buscan algo más exclusivo, también pueden recibir una clase privada de alfarería impartida por un descendiente de Lee Sanpei, descubridor del Aritayaki (mineral de porcelana blanca). Dejando a un lado su proceso de elaboración, otras de las actividades relacionadas con la cerámica que se pueden realizar son, por ejemplo, visitar el horno Kakiemon, que normalmente no está abierto al público, o conocer al artista Imaizumi Imaemon XIV, de la célebre familia ceramista Iro-Nabeshima, y designado Tesoro Nacional Viviente a la edad de 51 años tras el fallecimiento de su predecesor, Imaizumi Imaemon XIII.
Tour por Tokio con el arquitecto Kengo Kuma
Este tour no es un tour cualquiera, se trata de una experiencia exclusiva de la mano de Kengo Kuma, reconocido como uno de los más importantes arquitectos japoneses de la actualidad. En 1987 fundó en Tokio el Spatial Design Studio (ahora llamado Kengo Kuma & Associates) y en 2008 llevo a cabo la apertura de su estudio en París. Nadie mejor que Kengo Kuma para mostrar e interpretar edificios icónicos de Tokio como el Nuevo Estadio Nacional de Japón, el Museo Nezu, el Foro Internacional de Tokio y SunnyHills, entre otros.
Estancia en el templo de Ninna-ji
El templo Ninna-ji es un gran complejo de 80 hectáreas ubicado en la ciudad de Omuro, al norte de Kioto. Fundado en el año 888, tiene una estrecha y profunda conexión con la familia imperial, cuyos miembros sirvieron como sacerdotes durante muchas generaciones. Este edificio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO permite la estancia de huéspedes en una villa privada situada en los terrenos aledaños. Una vez el espacio del templo cierra sus puertas a los visitantes, los afortunados huéspedes gozarán de un recorrido guiado por un monje. Así se tendrá la oportunidad de disfrutar del monumental templo y experimentar las actividades que realizaban sus sacerdotes en la antigüedad como el ikebana (arreglos florales), el gagaku (música y danza tradicional japonesa), el noh (música y danza tradicional japonesa), nogaku (obra de teatro Noh) y sado (ceremonia del té). Además, este no es el único edificio histórico donde se puede pasar la noche, también existe la posibilidad de hospedarse en castillos, como es el caso del castillo de Ozu o de Hirado.