Cualquiera que comience a informarse sobre Japón, ya sea para organizar un viaje como por interés personal, pronto se encontrará con referencias al sintoísmo, una de las religiones principales de Japón. Pero… ¿qué es el sintoísmo? ¿en qué consiste? ¿Cuáles son sus características? El sintoísmo es la religión autóctona de Japón, una creencia animista que hoy en día está tan metida en las costumbres y el día a día de los japoneses que es imposible discernir en algunos casos que es religión y que es tradición. Además, cuando el budismo entró en Japón, procedente de la Asía continental, asimiló muchos conceptos del sintoísmo para conseguir una mayor aceptación entre la población, produciéndose un muy interesante sincretismo religioso.
En cualquier caso, el sintoísmo es incluso hoy en día una creencia muy desconocida, incluso en muchos casos por los propios japoneses. Si se está preparando un viaje a Japón, seguro tendrás en tu lista de “Lugares a visitar” muchos santuarios, ¿a que sí? Pues bien, los santuarios son lugares relacionados con el sintoísmo, se cree que son la morada de un kami o divinidad. Mientras que los templos, siempre estarán relacionados con el budismo.
El libro 'Sintoismo. El camino de los kami' de Sokyo Ono y editado por Satori, es una obra fundamental para realizar un primer contacto con el sintoísmo. Su lectura es rápida y sencilla, que marcarán la diferencia para el lector a la hora de aproximarse a un conocimiento de la cultura japonesa, pues esta, difícilmente puede entenderse de forma completa sin unas nociones de sintoísmo. La propia editorial explica que “Esta obra ha sido concebida como una introducción que desvela las características espirituales del sintoísmo, al tiempo que estudia la arquitectura y la función de los santuarios. Más allá del análisis de los animados festivales, el culto, la música o los Tres Presentes Sagrados, este libro ilustra la influencia del sintoísmo en todos los niveles de la vida japonesa”.
Santuarios sintoístas en Japón
En Japón hay miles de santuarios, normalmente reconocibles por sus puertas torii, que marcan la entrada al terreno sagrado, separándolo del mundo terrenal. Hay santuarios que se han convertido en auténticos iconos de Japón como el Santuario Fushimi Inari Taisha en las inmediaciones de Kioto, reconocible por sus más de 10.000 torii que guían al visitante hasta la cima de monte Inari. Hoy en día es uno de los lugares más reconocibles de Japón tras su aparición en la película Memorias de una geisha y uno de los puntos más fotografiados de todo el país. Por otro lado, el Santuario de Itsukushima en la isla sagrada de Miyajima (prefectura de Hiroshima), es todo un símbolo de Japón, reconocible a un golpe de vista por su imponente torii flotando en las aguas del Mar Interior de Japón.
Sin embargo, hay otros santuarios que son tremendamente importantes dentro del sintoísmo en Japón y que no son tan conocidos fuera de Japón. Te presentamos dos de ellos. Para conocer otros santuarios especiales, diferentes os invitamos a leer el libro.
Santuario de Ise (prefectura de Mie): se trata del santuario más sagrado de Japón y se considera que debe visitarse al menos una vez en la vida. Se considera el hogar de Amaterasu, la diosa del sol y antepasada místico de la familia imperial. Existe todo un complejo en torno al santuario de Ise y aunque lo más importante es el santuario interior, si se tiene tiempo, es recomendable visitar también el santuario exterior y el Museo de Sengukan, dedicado al santuario de Ise.
Por todo el complejo hay santuarios menores y estructuras sintoístas, pero el acceso al edificio principal del santuario está parte restringido. Solo el emperador y los sacerdotes sintoístas de mayor rango pueden acceder al interior. En cualquier caso, el ambiente solemne del lugar convierte cualquier paseo por el exuberante entorno natural en una experiencia increíble.
Es precisamente el llamado santuario interior la construcción más importante de todo el complejo. Está datado en el siglo IV, aunque algunas partes son incluso anteriores. En su interior alberga uno de los Tres Presentes Sagrados del sintoísmo, el espejo con el que se persuadió a la diosa Amaterasu a salir de la cueva donde se había recluido.
Las construcciones que conforman el complejo se renuevan cada veinte años desde el siglo VII, excepto a causa de conflictos bélicos. Cada reconstrucción dura más o menos ocho años, habiéndose producido la última en 2013. De esta forma, se trata de un santuario modesto, construido en madera de ciprés, pero con un enorme valor espiritual.
Santuario de Izumo (prefectura de Shimane): se dice que antes de que existiera Kioto, estaba Izumo, el hogar de los dioses. De hecho se conocía la zona como “Shinkoku” (país de los dioses). Los registros más antiguos de Japón (Nihon Shoki y Kojiki) mencionan esta zona y los santuarios y tesoros históricos desenterrados aquí son una clara evidencia de que las raíces de la historia de Japón están en Izumo. Al ser el hogar de los dioses, se cree que todos ellos vienen aquí durante el décimo mes del antiguo calendario lunar.
El santuario de Izumo se considera el más antiguo de Japón y está dedicado a Okuninusho no Mikoto, deidad vinculada con el amor y el matrimonio. Por ello, gente de todo el país van hasta Izumo pata pedir encontrar el amor. También los peregrinos también van a presentar sus respetos al primer gobernante legendario de la antigua provincia de Izumo.
La característica más emblemática de Izumo Taisha es una enorme cuerda de paja shimenawa atada a las vigas de la sala principal Kaguraden (la sala de baile sagrada). La propia cuerda es un Tesoro Nacional y pesa nada menos que 4,5 toneladas.
Esperamos haberte causado la suficiente curiosidad para querer seguir conociendo el sintoísmo e incluir santuarios dentro de tu futura ruta por Japón.
