Experiencias viajeros Entrevista al guitarrista flamenco Juan Manuel Cañizares: “Me volvía loco en las tiendas de Akihabara, podía pasar un día entero probando aparatos”
1. Para comenzar, Juan Manuel, cuéntanos cómo empezó tu relación con Japón
Mi primer viaje a Japón fue ya hace más de 30 años. Hice una gira por todo Japón, y tuve la oportunidad de conocer no solamente grandes ciudades como Tokio y Osaka, sino también pequeñas ciudades y pueblos. Visitamos e hicimos un concierto en una ciudad que se llama Okaya, que está en la prefectura de Nagano, allí había un lago precioso.
Mi mujer es japonesa, y a ella también la conocí en Japón, fue cuando visité a Japón con Paco de Lucía. En últimas dos décadas, también hago giras y conciertos míos en Japón, y suelo visitar Japón 1-2 veces al año. Aunque últimamente por la pandemia no he podido volver allí, tengo ganas de hacerlo.
2. ¿Qué te llevó a Japón la primera vez que lo visitaste? ¿Qué sensaciones tuviste?
Fuente: Unsplash – Autor: Jezael Melzoga
Como comenté antes, fue por mi trabajo como guitarrista. Desde pequeño, sabía en cierto modo cómo era Japón, ya que todos los aparatos de última tecnología siempre llegaban a España desde Japón. Cada vez que compraba nuevos aparatos para grabar o escuchar música, me sorprendía lo cómodo que era y lo avanzado que estaba. Para mí y para muchos músicos, la idea de Japón era un país de maravilla.
Cuando visité Japón por primera vez, por supuesto ese “Japón ideal” estuvo allí. Me volvía loco en las grandes tiendas electrónicas de Akihabara, y podía pasar perfectamente un día entero probando aparatos.
Pero lo que encontré en Japón no solamente fue material y tecnología avanzada, no tardé nada para comprender y sentirme que es un país muy hospitalario y cariñoso. En las grandes ciudades, cuando no sabíamos qué metro coger, la gente nos llevaba hasta el anden, y esperaba con nosotros hasta que el tren llegara. Aunque no encontré casi ningún japonés que hablase español, no importaba porque su amabilidad y hospitalidad no necesita palabras para entendernos.
3. ¿Tienes algún lugar favorito de Japón? ¿Cuál es y por qué?
Fuente: Unsplash – Autor: Manuel Consentino
Sí, mi lugar mas inspirador es el Monte Fuji. Por supuesto es precioso verlo desde lejos, pero lo más bonito es subir hasta la cima. Yo he subido al Monte Fuji dos veces, y la última vez pude llegar hasta la cumbre. No es un senderismo fácil, y se requiere una mínima preparación, pero indudablemente es una experiencia única. Subir al Monte Fuji es algo como enfrentarte a ti mismo.
Cuando empiezas a subir, todo parece muy bonito; de hecho a más altura más paisaje vas descubriendo. Cada paso te da una sensación de avance, disfrutas del paisaje, cada vez la nube de la cima está más cerca, pero el último tramo es muy duro. Durante la última hora u hora y media de ascenso, te da la sensación de que no estás avanzando nada, aunque estás viendo la cima, tu destino, parece que no vas a llegar nunca. Y cuando por fin llegas allí arriba, tienes una sensación de logro increíble. La salida del sol que ves desde allí en la cima del Monte Fuji, es algo tan especial que me estoy planteando volver a subir otra vez en un futuro cercano.
4. En tu opinión, ¿qué destinos no pueden perderse en un primer viaje a Japón?
Ya conozco muchísimas ciudades, pueblos preciosos y os querría recomendar casi todo, pero si alguien visita Japón por primera vez, yo diría que no se puede perder Kioto. Es una ciudad llena de historia, con cientos y miles de templos grandes y pequeños. Allí pueden sentir la gran historia de Japón, que no pueden captarla por los libros o guías ni videos ni televisión. Lo curioso de Kioto es que siendo una ciudad tan “antigua” al mismo tiempo es una ciudad muy moderna. Cuando llegas a Kioto en shinkansen (tren bala), te sorprenderás con el edificio tan grande y futurista de la estación de Kioto y de la cantidad de las redes de metros subterráneas que hay. Es una ciudad que entrevera lo antiguo y lo nuevo.
Fuente: Unsplash – Autora: Daisy Chen
5. ¿Hay algún lugar que hayas visitado de Japón que sea “desconocido” para los turistas?
Uno de los lugares bastante “desconocido” que quiero recomendar es el Museo de Ino Tadataka, que está en Katori en la prefectura de Chiba. Ino Tadataca es el primer japonés que hizo el mapa de Japón, uno de los japoneses que más admiro. Durante 17 años “anduvo” por Japón y midió meticulosamente el terreno.
En la entrada del museo hay un panel grande del mapa de Japón que él hizo, y al lado una foto de Japón fotografiada desde satélite, y cuando se superponen los dos, no hay casi ninguna diferencia. Y lo más sorprendente, es que cuando empezó a viajar por Japón, él tenía 55 años. Era relativamente joven, pero hace 200 años, esa edad se consideraba como la edad de un “anciano”. Pero empezó sin miedo el proyecto, y cumplió su misión con sus 40 millones de pasos. En el museo se explica la vida de él y los pasos que siguió, así con el proceso de hacer el mapa. Es muy interesante.
6. La gastronomía japonesa es uno de los aspectos que más enamora a los viajeros que van hasta este país, ¿tienes una comida favorita? ¿Algo que recomiendes probar a todo el mundo?
A mi me encanta la comida japonesa, pero lo que más me entusiasmo es el “Tempura de Maitake”. El tempura es una fritura de mariscos y verduras, pero hay algunos ingredientes que no se encuentra en España. “Maitake” es uno de ellos, es una especie de seta. Es muy sabroso y jugoso, me gustaría que lo probaran.
7. En Japón las cuatro estaciones tienen mucha importancia en la cultura japonesa, ¿tienes alguna favorita? ¿qué te gusta hacer en dicha estación?
Yo he podido disfrutar de las cuatro estaciones, y cada una de ellas tiene su belleza y peculiaridad. Por ejemplo, en la primavera, florece el sakura, la flor de cerezo y pude coincidir solo una vez mi viaje con esa temporada, pero es muy difícil organizar un viaje para esa fecha. Porque el sakura en flor solo dura una semana como mucho y dentro de ese corto periodo de tiempo, el máximo de florecimiento son solo un par de días. Y además no hay una fecha definida, cada año se mueve una o dos semanas antes o después…
Fuente: Unsplash – Autor: Sho K
En cambio, en otoño quizás podrías disfrutar de la naturaleza con más margen de tiempo. Entre octubre y noviembre, los colores de las hojas cambian a rojas y amarillas. Para mí es muy inspirador ver estos paisajes y estar en ese entorno, como así ha sido para muchos poetas y escritores japoneses desde hace muchísimos siglos.
Además, la temperatura y el clima es muy agradable en otoño, es una época ideal para viajar por Japón.
8. Hay una especie de leyenda urbana que dice que las gentes japonesas son frías. ¿Cuál ha sido tu experiencia en este sentido? ¿Estás de acuerdo?
Yo pienso que es totalmente una leyenda urbana, no es cierto.
Eso sí, al principio, quizás te puede dar una falsa “sensación” de que son frías.
En mis primeros conciertos en Japón, en un teatro de Tokio lleno, llevé tuve sensación rarísima. El teatro, a pesar de haber casi 2,000 personas, estaba completamente silencioso. Y en este silencio empecé a interpretar con la guitarra, no hubo ninguna reacción del público, la sala seguía estando muy pero muy en silencio. Yo suelo tocar solos de guitarra cerrando los ojos, pero abrí mis ojos porque pensaba que no había nadie en la sala. Nunca había sentido esa sensación tan rara, de no haber ni un ruido, ni se oían suspiros ni toses, tampoco aplausos ni óle. Si les confieso la verdad, pensé que no les gustaba nada de lo que estaba interpretando, hubo un momento de “desgana” por no ver ninguna “reacción” del público. Estaban tan quietos... Pero la sorpresa real vino después… al terminar de interpretar una pieza, de repente dieron un aplauso muy fuerte y de larga duración, y algunos aplaudieron levantando los brazos. Sí, que le gustaba lo que estaban escuchando, pero por tener tanto respeto, no hacían ningún ruido, ni se movían. Allí comprendí la diferencia en la expresión de la emoción. Estoy seguro de que ellos no son fríos, sino que son sumamente respetuosos, ya que después del concierto hay una cola larguísima para que les firme mis discos, y casi estoy más ratos firmando que tocando en el escenario.
9. En tus estancias en Japón, ¿has tenido la oportunidad de vivir alguna experiencia cultural japonesa? (por ejemplo: onsen, ryokan, ceremonia del té…). Si es así, ¿cuál? ¿cómo fue?
Sí, a mi me encantan los ryokan con onsen. Los onsen son baños tradicionales de aguas termales de origen volcánico. Hay de estos baños por todo el país.
Por su parte, los ryokan son posadas tradicionales japonesas, y muchos tienen su propio onsen. He estado en varias ocasiones alojado en un ryokan de este tipo, donde te proporcionan un yukata (kimomo casual, muy cómodo) para tu estancia. Existe la costumbre de meterse a las aguas termales muchas veces al día, y por eso es muy adecuado llevar el yukata puesto, dado que es muy fácil de quitar y poner. Para entendernos, es algo así como un albornoz pero con tejidos tradicionales japoneses.
Una estancia en un ryokan, alejado de las ciudades, disfrutando del onsen y probando la gastronomía local es una de las experiencias más relajantes que pueden vivirse en Japón.
10. El flamenco, como bien sabes, es altamente apreciado en Japón. ¿Qué crees que les atrae de este arte?
Es cierto, que Japón es uno de los países que más le gusta el flamenco después de España. Bueno, dije “después de España” pero no sé hasta qué punto, ya que hay más academias de baile flamenco solo en Tokio, que en toda España.
Siendo sincero, no sé por qué les atrae tanto nuestra cultura, y el flamenco en especial, pero lo que es cierto es que los japoneses son muy curiosos con las culturas extranjeras en general. Hay muchas personas que también tocan y bailan salsa, bossa nova, tango argentino, jazz, música clásica… Dicen que hay un 10% de población japonesa que toca algún instrumento, es decir, más de 12 millones de personas, la mayoría tocan piano o guitarra. Y hay otro 10% de población que baila algún baile. Es una comunidad enorme, y los amantes del flamencos también parece que están incluidos en estas cifras.
11. ¿Tienes alguna anécdota que recuerdes con especial cariño de tus conciertos en Japón?
No todas las veces, pero cuando podemos, antes de empezar el concierto, solemos hacer un pequeña presentación y mini clase de “palmas” para el público, explicando los estilos flamencos para que disfruten más nuestra música y nuestra cultura.
Como comenté antes, los japoneses son muy respetuosos y no hacen ningún ruido ni movimientos durante el concierto, pero curiosamente, en los conciertos que realicé la introducción a las palmas antes del concierto, cuando tocamos el bis, espontáneamente el publico empieza a hacer palmas, acompañando nuestra música. Algunos de pie, mueven el cuerpo llevando las palmas. Es una sensación espectacular de escuchar palmas de 2.000 personas “interpretando todos juntos”.
12. Por tu parte, ¿hay algún arte japonés que disfrutes especialmente o que te llame la atención?
Hay mucha artesanía preciosa en cada rincón de Japón, y me encanta conocer sus orígenes y historias. Una de las cosas que más me llama la atención es un arte llamado kintsugi. Es el arte de reconstruir un objeto que se ha roto, uniendo sus piezas con oro para darle valor, para que esa pieza vuelva a ser algo único. A mi me parece que este arte no solo es artesanía, sino que también es una filosofía. En vez de tirar fácilmente lo que está roto, se le da nueva vida y más valor aún. Viviendo en una era de consumo, con la facilidad de usar y tirar las cosas, el kintsugi es algo admirable y todos podemos aprender de ello.