Durante el último año hemos aprendido que la literatura es una de las mejores formas de acercarnos a Japón mientras no podemos viajar hasta allí. Los libros, nos muestran una mirada diferente de Japón, de sus islas, de sus costumbres, de sus gentes… Leyendo novelas de ficción podemos encontrar un complemento perfecto a la investigación sobre el país que llevamos a cabo cuando preparamos un viaje, pero también, aquellos que ya han estado en Japón, podrán ampliar su conocimiento y seguro descubrir destinos o tradiciones de los que nunca habían oído hablar.
En esta ocasión queremos hablaros de La cigarra del octavo día, editado en España por Galaxia Gutenberg, de la autora contemporánea Mitsuyo Kakuta. Esta obra se inicia con un suceso ambientado en 1985, donde una mujer, Kiwako, entrará en una casa ajena y secuestrará un bebé, al que asimilará como su hija y tratará de protegerla a toda costa. Siguiendo a este personaje, y con el paso de los años, recorreremos diferentes partes de Japón. La historia, aunque perturbadora, es sumamente emotiva y estamos seguros de que despertará muchas reflexiones en el lector. Además de mostrar al lector una imagen diferente de Japón, un recorrido por las relaciones de amistad, los diferentes tipos de relaciones amorosas, el papel de la mujer… mostrando un variado grupo de personajes secundarios cuyas vidas se han visto marcadas por diferentes sucesos que les hacen sentirse “fuera de la sociedad”.
La prosa de Mitsuyo Kakuta es absolutamente deliciosa y es capaz de narrar asuntos crudos, capaces de crear un nudo en el estómago de una forma bella y sencilla. En el caso de La cigarra del octavo día, muestra su maestría como narradora al desmigar una historia, paso a paso, sabiendo mantener en vilo al lector en todo momento. Puedes leer un fragmento de la obra aquí.
Un paseo por Shodoshima
La novela nos lleva por diferentes escenarios en Japón. Sin embargo, la isla de Shodo o Shodoshima tiene un papel especialmente importante. Por ello, queremos aprovechar la ocasión para dar a conocer un poco más sobre este lugar.
La isla de Shodo se encuentra en el mar interior de Japón o Setouchi y forma parte de la prefectura de Kagawa. La isla tiene un tamaño relativamente pequeño, 153 km2, y cuenta con apenas dos núcleos de población principales y posee un poco más de 30.000 habitantes. Dentro de Japón es especialmente conocida porque fue el primer lugar donde se cultivaron satisfactoriamente olivos en Japón. De hecho, su clima templado es muy parecido al del Mediterráneo.
Uno de los puntos turísticos principales de la isla es Angel Road, un lugar de enorme belleza natural y que está muy relacionado con el amor. ¡Te contamos por qué! Angel Road es un banco de arena con forma de camino de unos 500 metros de longitud que aparece y desaparece con las mareas. Cuando la marea está baja puede llegarse a pie a varios islotes, siendo el más grande Yoshima. Se dice, que los deseos de los enamorados que realicen a pie el camino hasta Yoshima, se cumplirán. Pero eso no es todo, una vez en Yoshima, las parejas pueden escribir sus deseos en las tablillas ema que allí se encuentran y colgarlos en un árbol.
Para los amantes de la naturaleza la garganta de Kankakei será un imprescindible en la isla. Una zona de naturaleza prístina, especialmente bonita en otoño, cuando los colores cálidos tiñen las hojas de los árboles. Es un enclave ideal para realizar senderismo y observar las increíbles vistas panorámicas de toda la isla desde la cima a la que puede llegar en teleférico.
Sin embargo, de acuerdo con La cigarra del octavo día, uno de los puntos más interesantes de la isla es la ruta de peregrinación por los 88 templos de Shodoshima que la rodea. Y es que, esta pequeña isla cuenta con una versión en miniatura del o-henro, la peregrinación por 88 templos sagrados relacionados con el monje budista Kukai que se encuentra en la isla de Shikoku. De hecho, muchos peregrinos se preparan para el o-henro realizando la peregrinación de Shodoshima primero. Esta tiene aproximadamente 150 kilómetros de largo y una disposición circular, estando cada templo numerado. No obstante, si así se desea, puede realizarse en otro orden o solo visitar algunos de los templos. La mayoría de ellos se encuentran en zonas apartadas y de naturaleza, por lo que la única forma de llegar a ellos es a pie. Algunos de los lugares sagrados de la isla de Shodo no cuentan con grandes edificaciones, sino que apenas son pequeños altares o esculturas sagradas. Aún así, quien busque una actividad alejada de las masas y de las rutas turísticas habituales, disfrutará muchísimo de este camino.
Siguiendo con los lugares mencionados en la obra, no podemos olvidarnos del teatro kabuki de Nakayama. En este lugar, son los propios vecinos los que hacen las veces de actores y se organizan para representar varias obras al año. En la novela, vemos que también los niños preparan sus propias obras.
Por último, los amantes de los ánime japoneses encontrarán en la isla de Shodo un lugar que tal vez les suene… y es que pueden visitarse varios escenarios de la adaptación al cine de la también película de animación Nicky, la aprendiz de bruja o Kiki: Entregas a domicilio.
¿Te gustaría visitar esta isla? Podrás llegar hasta ella en ferry desde las ciudades de Okayama y Takamatsu, los trayectos duran entre media hora y una hora.