Por primera vez os hablamos en el blog de la autora contemporánea Kazumi Yumoto, ¡pero os aseguramos que no será la última! 'La Casa del Álamo' es una obra de 1997 que llegó a España en 2017 de la mano de Nocturna Ediciones.
'La Casa del Álamo' narra la historia de Chiaki quien recibe la noticia de la muerte de su antigua casera. Este suceso le produce recordar una parte de su infancia, cuando tras el fallecimiento de su padre, Chiaki y su madre se mudaron a La Casa del Álamo, un pequeño edificio con un jardín lleno de gatos y un alto álamo, donde vivían tres inquilinos y la propia casera.
La obra nos acerca al día a día de esas personas, narrados desde el punto de vista de la Chiaki niña, quien está sufriendo enormemente la pérdida de su padre. Tanto que llega a enfermar y, será entonces cuando trabará amistad con su casera, que cuidará de ella mientras su madre trabaja. La casera, bajo el aspecto de una huraña anciana que desconcierta constantemente a la niña, será la clave para que Chiaki empiece a sanar tanto física como mentalmente tras revelarle que es la encargada de entregar cartas a quienes han fallecido.
La pluma de Kazumi Yumoto es maravillosa, una prosa sencilla y cautivadora. Capaz de poner al lector en la piel de una niña y de tratar temáticas duras y complejas de una forma limpia y sencilla.
La Casa del Álamo es una excelente opción para tener un primer contacto, junto con la pequeña Chiaki, sobre la forma de afrontar la muerte en Japón, las tradiciones, el duelo y la forma de expresar o no los sentimientos que surgen de la pérdida. Se trata de una novela muy conmovedora, que trata de forma sencilla y natural temas complejos, y que ha pesar de la dureza que subyace sutilmente a toda la historia, consigue transmitir un sentimiento de esperanza.
Conociendo de cerca la tradición japonesa
En La Casa del Álamo son constantes las referencias a costumbres japonesas, tanto festivales, tradiciones, como alimentos y otros muchos detalles. Analizamos a continuación algunos de ellos para ampliar la información sobre algunos de los conceptos que presenta el libro.
Setsubun: se trata de un festival que se celebra cada año el día 3 de febrero que celebra el fin del invierno y el inicio de la primavera. De hecho, Setsubun significa literalmente en japonés “separación de estaciones”. Dentro de esta celebración hay una parte que disfrutan especialmente los más pequeños, se trata de purificar los hogares, alejar a los demonios y la mala suerte en este nuevo inicio. Normalmente es un hombre de la familia quien toma el papel de disfrazarse de oni (demonio, ogro) y el resto de los convivientes deben echarle de la casa arrojándole irimami (semillas secas y duras) al grito de “¡soto, soto!” (¡fuera, fuera!) o “oni wa soto, fuku wa uchi” (vete fuera ogro; buena suerte, entra).
En muchos templos y santuarios también se realizan ritos especiales de Setsubun. Uno de los más famosos es el que se realiza en el Santuario Kasuga de Nara, el Sentsubun Mantoro. Allí se encienden más de 3.000 farolillos con velas que iluminan todo el terrero sagrado. ¡Algunos de ellos fueron donados por samuráis en los siglos XIV y XVII! Uno de los momentos cumbre de la celebración es también el lanzamiento de alubias para ahuyentar la mala suerte, ¡puedes comprar las tuyas en el propio festival!
Mamedaifuku es el dulce favorito de una de las protagonistas de la obra, por ello, tras leerla seguro que tienes curiosidad por saber de qué se trata. Mamedaifuku o mamedaifuku mochi es una de las muchas variedades del dulce japonés mochi (pasta de arroz glutinoso). “Mame” significa judía y “Daifuku”, buena suerte. Asique este tipo de mochi, se caracteriza por contener judías dulces y pasta de judías (anko) en su interior.
Imagen de Daderot
Nengajo son las felicitaciones de Año Nuevo y forman una parte importante de las múltiples tradiciones que hay en Japón para celebrar ese momento. Las nengajo se envían a todas las personas con las que se ha tenido contacto en el último año: familiares, amigos, pero también compañeros de trabajo o colaboradores y socios de la empresa en la que se trabaje. 'La Casa del Álamo' nos indica como si se está de luto, no deben enviarse nengajo. Suelen escribirse a mano y por ello, empiezan a prepararse varias semanas antes del inicio del año. Aunque hay muchas decoraciones, normalmente los nengajo incluyen ilustraciones del animal del zodiaco chino correspondiente a ese año. Otro punto a tener en cuenta es que deben ser entregadas el día 1 de enero, por ello, es el momento del año más atareado para los servicios de correos, que deben distribuir esa mañana, miles y miles de nengajo por todo el país. Así, es muy importante haberlas enviado con tiempo para asegurar que se entreguen ese día. Si quieres conocer más sobre las tradiciones de navidad y año nuevo, lee este post.
Higan es el término japonesa para definir los equinoccios, pero también se refiere a los servicios y ritos budistas que se realizan durante ese periodo y también se entiende como nirvana. Si nos fijamos en los kanji con los que se escribe, 彼岸, vemos que estos significarían algo sí como “otra orilla”. Así, puede entenderse que en parte que sea un momento para rendir homenaje y respetos a los fallecidos (como vemos en la novela), cada uno se encuentra en una orilla. En este momento, es costumbre acudir a los cementerios a visitar las tumbas de los antepasados.
Kimono es la vestimenta tradicional japonesa, y significa: “cosa para llevar puesto”. Normalmente tiene forma de T, con mangas anchas y caída hasta los pies. Hay multitud de variedades de kimono según el sexo, la edad, el estado civil, la estación del año, el evento al que se asista… Algunas de sus características principales es que se trata de una vestimenta compuesta por varias capas, un cinturón obi y suele llevarse con sandalias zori.
Actualmente en Japón, no es lo habitual que las personas vistan kimono todos los días (aunque algunas personas deciden hacerlo sin que sea considerado extraño), lo cierto es que no es una prenda especialmente cómoda para la vida moderna. No obstante, sigue utilizándose para ocasiones formales o de gala, como ceremonias, festivales, o acudir al teatro. También para bodas, graduaciones o funerales, por ejemplo. Ponerse un kimono correctamente no es tarea fácil y mucha gente no es capaz de hacerlo solo, por ello, hay establecimientos donde puede contratarse asistencia para ponerse el kimono. Si viajas a Japón, una de las experiencias más populares es alquilar un kimono por un día para visitar la ciudad. ¿Te animas?
Imagen de Hsu Matt en Unsplash
Lee aquí las primeras páginas de 'La Casa del Álamo'.