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Blog Japón: parajes de ensueño para vuestra luna de miel

Es sabido que los navegantes europeos del Renacimiento buscaban con desesperación una ruta a Cipango, una isla donde se creía que ingentes cantidades de oro la hacían resplandecer bajo la luz del sol. El mercader y viajero italiano Marco Polo fue el autor de esta leyenda, y el primero en hablar ya en el siglo III de las extraordinarias bellezas de un archipiélago que resultaba completamente desconocido en Europa. Hoy en día, Japón ya no es un lugar desconocido pero aún tiene muchas regiones por descubrir, especialmente entre los viajeros internacionales. Por ejemplo, el país está lleno de paisajes llenos de paz y tranquilidad. 

 

Aún son pocos los viajeros que se animan a salir de las principales ciudades de Japón y descubrir los paisajes ocultos de este archipiélago lleno de belleza, armonía y tranquilidad. Por ello, os animamos en vuestra luna de miel reservar unos días para disfrutar de estos paisajes de ensueño, respirar aire fresco y encontrar un oasis de paz que os ofrecerá una experiencia romántica inolvidable.

 

Sigue leyendo para conocer algunos destinos para visitar durante vuestra luna de miel en Japón, donde disfrutar al máximo de la naturaleza.

 

 

El centenario hayedo Bijinbayashi, prefectura de Niigata

 

 

Desde siempre los japoneses han mantenido una estrecha conexión con la naturaleza, en especial con los árboles. Cientos de años antes que la ciencia demostrara que los árboles intercambian su fuerza vital a través de las raíces, en Japón ya existía la costumbre de abrazar a los árboles y comunicarse así con la naturaleza, una cuestión ampliamente documentada en la filmografía de Naomi Kawase.

 

El hayedo Bijinbayashi es uno de los lugares predilectos de las parejas en Japón para establecer un vínculo estrecho con la fuerza vital de la naturaleza. Situado en la colina Matsuguchi, en la ciudad de Tokamachi, en la prefectura de Niigata, sus hayas de un siglo de antigüedad poseen una grácil silueta, razón por la que reciben el nombre de “bosque de bellas mujeres” (bi-jin-bayashi  en japonés). 


En este hayedo se puede gozar de la belleza de cada estación: en primavera, el verdor surge entre de nieve que queda del invierno; en verano, la brisa sopla entre los verdes árboles; en otoño, las hojas rojizas os enamorarán; y en invierno, es el resplandeciente manto de nieve bajo los rayos del sol cuando hace buen tiempo lo que conquista a los visitantes.


Un paseo por este hayedo inspira la intimidad y el romanticismo. Además, os animamos a complementarlo con una visita al Museo de Ciencias Naturales Tokamachi Satoyama, situado muy cerca, cuyas salas de exposición combinan ciencia, arte y la cultura del lugar, puesto que se construyó como parte de la Trienal de Arte Echigo-Tsumari.
 

 

El «túnel de luz» de la garganta Kiyotsu, prefectura de Niigata

 

 

La garganta Kiyotsu ubicada también en Tokamachi, en la prefectura de Niigata, es uno de los tres desfiladeros más espectaculares de Japón. Además, cuenta con una peculiaridad que lo hace especialmente atractivo: un amplio túnel de 750 metros de longitud que bordea una de las agrestes laderas de roca que comunica con tres miradores con vistas al río y remata en una «estación panorámica» desde la cual se puede apreciar la profundidad del cañón y la luz cristalina de la vegetación circundante. 


La estación panorámica es un auténtico lugar de visita imprescindible para las parejas que buscan fotografiar su paso por este entorno de ensueño, envuelto en los colores variantes de cada temporada y momento del día.


Y lo mejor de todo es que el llamado «túnel de luz» es en verdad algo más que eso. Se trata de un antiguo túnel, reformado y convertido en una instalación permanente de arte llevada a cabo por el estudio de arquitectura MAD de Pekín. La obra, que fue completada para la Trienal de Arte Echigo-Tsumari de 2018, cuenta con cinco espacios arquitectónicos y atmósferas artísticas basadas en los elementos de la naturaleza: madera, tierra, metal, fuego y agua, los cuales despiertan los sentidos de los visitantes del letargo al que los somete el mundo contemporáneo. En su conjunto, el túnel replantea la relación entre los seres humanos y la naturaleza y busca reconectar a lugareños y visitantes por igual con la belleza majestuosa de la tierra.

 

 

Los canales fluviales de Itako, prefectura de Ibaraki

 

 

Estos canales son uno de los paraísos secretos mejor guardados de Japón y está situado a 3 horas de Tokio. Se trata de la tradicional ciudad de Itako, que cuenta con una extensa red de canales fluviales por donde antaño se transportaban todo tipo de mercancías, especialmente arroz, camino a Edo, el nombre que recibía la capital japonesa hace 150 años. 


El mejor momento para viajar allí es durante el Festival de los Lirios que se celebra anualmente entre primavera y verano. Las riberas y parques se cubren de estas hermosas flores y los puentes se pueblan de parejas luciendo coloridos kimonos. De hecho, uno de los recorridos fluviales más atesorados es el de los doce puentes, durante el cual se pueden apreciar a ras del agua estas maravillas construidas en madera. Hay también paseos más íntimos para los que quieran navegar los canales al golpe de remo experto de los gondoleros. 


Con algo de suerte podréis ver a una novia, vestida con un inmaculado kimono blanco, a bordo de la barca nupcial Yome-iri bune, rumbo a donde le espera su novio para contraer matrimonio. Esta romántica procesión fluvial se remonta al período Edo (1603-1868) y se realiza en una góndola, denominada sappa en japonés, adornada con barriles de sake, símbolo de fertilidad y salud, y protegida de los malos espíritus por cuerdas sagradas shimenawa, hechas con paja de arroz, como prescriben los ritos del sintoísmo, la religión originaria de Japón. 

 

 

El bosque de bambú del templo Houkoku-ji, prefectura de Kanagawa

 

 

El templo budista Houkoku-ji, en Kamakura, es conocido como «el templo de bambú» por el bosque que alberga en su amplio recinto. Es un lugar encantador y muy apacible al que se puede llegar en aproximadamente una hora en tren desde Tokio, lo cual lo convierte en el destino perfecto para realizar una excursión de un día.

 

El ambiente de este templo rebosa belleza wabi-sabi, un concepto estético basado en los postulados del budismo zen, relacionado con encontrar la perfección en todo aquello que sea imperfecto y cultivar la sabiduría mediante la admiración de las cosas sencillas y pasajeras. Por este motivo, las maderas del templo siempre estarán gastadas, el musgo crecerá en los jardines y la contemplación de la naturaleza debe enfocarse en los pequeños cambios que experimenta su inexorable curso vital. Esta estética, envuelve a los visitantes y les aporta una nueva forma de mirar el mundo.

 

El bosque de bambú corresponde a una parte del complejo del templo situada justo detrás del edificio principal y que en origen estaba destinada al entrenamiento de los monjes. Cuenta con unos dos mil ejemplares de bambú môsô, llamado también bambú caparazón de tortuga. Es allí donde el famoso monje y poeta Butsujo Zenji compuso algunos de sus mejores poemas. También en el bosque hay una pequeña construcción destinada a la ceremonia del té. Animamos a las parejas a degustar aquí una taza de té verde (matcha) y los dulcecitos típicos que suelen acompañarlo para equilibrar su sabor intenso y amargo. ¡Un momento de recogimiento perfecto para disfrutar en pareja!

 

 

La garganta de Takachiho, prefectura de Miyazaki

 

 

La garganta de Takachiho es uno de los lugares más representativos de la isla de Kyushu, al sur del país, por su maravilloso paisaje. El misterio y la belleza de su naturaleza os harán sentir renovados y conectados con el mundo natural.

 

Hay dos rutas por las que se puede disfrutar del desfiladero. La primera es desde la superficie del río. En una pequeña ensenada se puede alquilar una barca y remar río abajo. El agua es tranquila y fácil de navegar, por lo que disfrutareis de un rato muy romántico. Esta ruta permite ver de cerca los acantilados y la cascada Minaitaki de diecisiete metros de alto. 

 

La segunda ruta, permite ver la garganta desde arriba, se realiza recorriendo el camino de asfalto que la bordea. Hay hermosas vistas a lo largo del recorrido y en algunos puntos del sendero la vegetación desaparece y se pueden ver directamente las aguas del río. El sendero se extiende durante aproximadamente un 1 kilómetro y finalmente desemboca en el santuario sintoísta de Takachiho, un remanso de paz de casi dos milenios de antigüedad en medio de la espesura del  bosque .

 

¿Qué os parece recorrer la legendaria garganta de Takachiho para dejar que este impactante lugar os llene de bienestar?

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