Blog "El viaje fue una experiencia inolvidable, tanto que queremos repetir lo antes posible"

Si tuviésemos que definir en tan solo dos palabras el viaje de luna de miel de Cristina y su marido, éstas serían, sin duda, romántico y diverso. En Japón visitaron las ciudades más importantes, pero también experimentaron de primera mano el ambiente más rural y paisajes más recónditos.

Tras su inolvidable experiencia en Japón, Cristina nos recomienda en la siguiente entrevista los lugares donde tradición y modernidad confluyen con mayor intensidad, qué actividades son imperdibles para una pareja, los enclaves más románticos y dónde probar la gastronomía más auténtica del país, entre otras muchas cosas. 

Es importante elegir un destino de luna de miel que tenga buenas experiencias como viajero, pero también lugares románticos que disfrutar con tu pareja. ¿Cómo supisteis que Japón cumplía estos requisitos? 

La verdad es que era mi marido el que quería viajar a Japón, le hacía mucha ilusión, pero mi luna de miel ideal incluía playas paradisíacas y cenas con velas. Pensábamos que era un viaje muy caro y creíamos que la luna de miel era la excusa ideal para poder permitírnoslo. Al final no fue tan caro como pensábamos, y en realidad fue el mejor viaje que podíamos haber hecho como viaje de novios.

¿Cuál fue vuestro primer pensamiento cuando llegasteis a Japón?

Fue “por fin estamos aquí”. Estábamos en la otra punta del mundo y con una aventura por delante por vivir. Todo un país totalmente distinto por descubrir.

¿Qué repetiríais de la luna de miel y qué os quedó por ver/experimentar?

Creo que repetiríamos casi todo. Especialmente experiencias como pasear por Dotonbori, por el parque natural de Nara, por las calles de Kioto, visitar el pueblo de Shirakawa-go, andar por las montañas de Hakone y meternos en todas las tiendas y mercadillos de Tokio. Nos faltaron muchas cosas por hacer, como comer en un restaurante de Dotonbori, visitar Magome y Tsumago, el monte Fuji, visitar el museo Ghibli, comer en un robot restaurante, realizar la ceremonia del té, vestirnos con el atuendo tradicional, dormir en un templo, cantar disfrazados en un karaoke, visitar el parque Disney de Tokio, conducir por sus calles un kart vestidos de Super Mario y otras muchas cosas.

La gastronomía en Japón destaca por su sabor y diversidad. ¿Qué sabores destacarías en cada ciudad que conociste? 

Yo volví totalmente enamorada de los takoyaki y del ramen. Incluso hemos aprendido a hacer ramen en casa aquí en Madrid. Toda la gastronomía de Japón nos gustó mucho, como las gyoza o los nikuman: los panecillos al vapor rellenos de carne que te calentaban al momento en todos los supermercados, etc. Incluso los dulces nos gustaron mucho. El relleno de judías rojas a mí me encantó, y que utilizasen tanto las castañas también.

La tradición y la modernidad se pueden ver reflejadas constantemente en Japón. ¿Cuál fue el ejemplo que más os llamó la atención?

Como dice la pregunta, la tradición y la modernidad se ven en todas partes. Yo creo que especialmente en Tokio, donde se puede pasear por barrios llenos de rascacielos y edificios modernos, pero donde en cualquier momento te encuentras con un templo antiguo en mitad de todas estas edificaciones nuevas. Kioto también es una ciudad donde se vive muy bien este contraste, ya que allí te encuentras mucho con gente vestida al modo tradicional en cualquier comercio moderno.

¿Qué es lo más diferente que percibisteis en Japón con respecto a España? ¿Y lo más parecido?

Lo más parecido para mí fueron los alojamientos donde estuvimos, salvo el ryokan. Los hoteles en general son muy parecidos a los de España, y también las tiendas modernas de las grandes ciudades. Lo más diferente está claro que son las tradiciones, la forma de ser de la gente, las costumbres y la comida.

Habéis visitado zonas del país con una naturaleza que inspira calma y relajación y ciudades de ritmo frenético. ¿Qué os gustó más? ¿Por qué?

A mí me gustó más el Japón tradicional. Todos los pueblos que están en mitad de las montañas y dónde se vive más de forma rural y se sienten mejor las tradiciones japonesas. A mi marido en cambio le gustó más Tokio por todas las compras curiosas que se pueden hacer allí.

La experiencia más romántica que vivisteis fue… 

Yo diría que el momento más romántico fue pasear por el parque de Nara, aunque también las aldeas como Shirakawa-go o Hakone resultaron un encuentro con la naturaleza muy romántico.

¿Qué actividades consideras que no se pueden perder los recién casados en su luna de miel en Japón?

Yo creo que lo que indico en la respuesta anterior es de lo mejor que pueden hacer los novios recién casados en Japón, pero sin perderse ninguna de las otras cosas que ofrece este país. Japón entero es una aventura que vivir ya que es un país entero por descubrir totalmente diferente a España. Los templos, alojarse en un ryokan, bañarse en un onsen, perderse por cada barrio… son cosas que si estás allí no puedes dejar de hacer.

¿Cuál es vuestro recuerdo imborrable?

Todos. El viaje entero fue una experiencia inolvidable para nosotros. Tanto que queremos repetir lo antes posible, pero está claro que no vamos a olvidar ninguno de los momentos que vivimos allí, ni la experiencia que supuso para nosotros ir a Japón de luna de miel. Fue la mejor manera de comenzar nuestro matrimonio, y eso nos lo quedamos para siempre.

Test Enjoy My Japan: Las 7 pasiones de Cristina

A continuación, y en el marco de la campaña Enjoy My Japan, hemos querido preguntarle a Cristina por aquello que, en su opinión, mejor representa las 7 pasiones de Japón, ya sean lugares o experiencias. A continuación, sus 7 respuestas:

Gastronomía: Takoyaki, ramen, gyoza, etc.

Actividades al aire libre: Visitar el parque natural de Nara, Shirakawa.go, el Santuario Fushimi Inari (Kioto)

Naturaleza: El bosque de bambú de Kioto y las montañas de Hakone

Ciudades: Osaka, Kioto y Tokio

Arte: Todos los templos, la arquitectura tradicional, las pagodas y la escultura.

Relajación: Alojarse en un ryokan y bañarse en un onsen. Ir a un neko café (café de gatos).

Tradición: La gente vestida con kimono, los rituales en los templos.