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Blog “Queríamos algo activo y enriquecedor, y el primer y único destino que se nos venía a la cabeza era Japón”

Paula y Publio tuvieron una luna de miel en Japón de lo más curiosa puesto que se llevaron a sus hermanos y mejores amigos para disfrutar juntos de este viaje tan especial. ¿Quieres saber dónde fueron y cuales fueron sus lugares favoritos? ¡Sigue leyendo!

 

¿Por qué elegisteis Japón como destino de vuestra luna de miel?

 

Desde hace bastantes años nos llamaba la atención Japón, tanto su cultura como su estilo de vida. Empezamos a leer artículos, a seguir páginas y blogs que contaban experiencias y mostraban lugares increíbles, hasta que poco a poco, sin darnos cuenta, nos vimos viendo documentales y comiendo sushi con palillos como cita ideal.

 

Quisimos aprovechar la oportunidad única de un viaje de novios para hacer un gran viaje y alejarnos de la típica luna de miel de playas paradisíacas. Queríamos algo más activo y enriquecedor, y el primer y único destino que se nos venía a la cabeza era Japón. Además, teníamos la idea de hacer un viaje con nuestros hermanos y amigos cercanos para disfrutar de este momento juntos, y Japón era un destino común que todos queríamos visitar al menos una vez en la vida. Así que nos reunimos 7 personas con mucha ilusión.

 

¿En qué época del año fuisteis?

 

Del 14 al 28 de septiembre, pasamos casi tres semanas en Japón, con un clima más bien veraniego. Aunque en los Alpes Japoneses disfrutamos de un tiempo más suave que en las ciudades, fue genial para huir del calor y humedad.

 

¿Qué recorrido hicisteis? ¿Cuántos días estuvisteis?

 

Estuvimos 17 días, y elegimos uno de los itinerarios típicos del primer viaje a Japón: Kioto y Tokio, y una breve parada en Takayama entre las dos. Queríamos ver en un viaje tres Japón diferentes: tradicional, rural y moderno.

 

La primera parte de nuestro viaje fue en la región de Kansai, con base en Kioto. Pasamos cinco días en Kioto y algunas escapadas a Nara, Himeji y Osaka. A Kioto se puede ir mil veces, que siempre quedará mucho por ver, pudimos visitar algunas de las zonas más icónicas de la ciudad: Arashiyama, Higashiyama, y los alrededores del Ginkaku-ji y el santuario Fushimi Inari al sur.

 

 

En Osaka nos quedamos con ganas de más, puesto que la visitamos el primer día, y entre el jetlag y el calor, nos quedamos con una espina clavada y con la intención de volver para conocerla de verdad. Nara e Himeji son dos visitas obligadas desde Kioto. El impacto de ver el castillo de Himeji desde que bajas de la estación hasta que estás debajo de él, y el entorno del parque de Nara con los ciervos y el templo Todai-ji te dejan sin palabras.

 

 

Al salir de Kioto nos alojamos en un ryokan en Takayama dos noches para disfrutar de un par de días más relajados. El primer día nos quedamos en Takayama y al siguiente alquilamos una furgoneta para ir conduciendo hasta Shirakawa-go. Y, desde luego, fue una de las mejores decisiones por la rapidez del viaje, la comodidad de tener un sitio donde dejar la mochila y, por supuesto, la experiencia de conducir en Japón. Tanto Shirakawa-go como Takayama son dos lugares espectaculares del Japón más rural.

 

La última parada fue en Tokio, donde estuvimos 7 días, con base de operaciones en Osaki, Shinagawa. Visitamos varios de los barrios más importantes: Shibuya, Shinjuku, Ueno, Akihabara, Ikebukuro, Asakusa y Chiyoda. Pasamos también por la isla artificial de Odaiba y en el parque Tokio Disney Sea. Desde Tokio también hicimos excursiones de un día a Kamakura para visitar muchos de los templos patrimonio de la humanidad por la UNESCO, el buda gigante y el templo Hasedera. Otra de las salidas fue a Yokohama, donde dimos un paseo por el muelle, Minato Mirai, y el barrio chino.

 

 

Para todo el viaje tuvimos el Japan Rail Pass de 14 días. Simplemente los trayectos de Kioto a Takayama y de Takayama a Tokio ya amortizaron el pase. Aparte pudimos movernos por las ciudades y hacer todas las excursiones de un día. Es imprescindible si se quiere hacer turismo en diferentes ciudades.

 

Si tuvierais que elegir vuestro lugar favorito de Japón, ¿cuál sería? ¿Por qué?

 

Es una pregunta difícil de responder ya que, si por lugar favorito entendemos un lugar en el que vivir o pasar una temporada, sería Kioto. Pero si se refiere a turismo, sería Takayama.

 

Kioto es una ciudad sin la vorágine de Tokio u Osaka, a pesar de que hay muchos templos y es una ciudad más tradicional en Japón, para nosotros es muy moderna, tranquila y con muchas posibilidades dentro de la ciudad y también en las afueras, en contacto con la naturaleza.

 

 

Takayama tiene el encanto del antiguo Japón. Pasear por sus calles estrechas entre casas de madera oscura, visitar los pequeños templos y santuarios repartidos por la ciudad, disfrutar de la puesta de sol en el puente Naka-bashi con vistas al río cruzando la ciudad y con los frondosos bosques de fondo.

 

¿Es Japón como os lo esperabais? ¿Qué fue lo que más os sorprendió?

 

Sí, es como esperábamos, pero ha superado nuestras expectativas en todos los sentidos. Lo que más nos sorprendieron fueron las ciudades. Sabíamos de su tecnología y modernidad, pero por mucho que veas en internet, cuando estás en ellas la cara de asombro no te la quita nadie. Las infraestructuras de las grandes ciudades combinadas con los callejones y casas bajas junto a los rascacielos causan impresión.

 

También el hecho de que el país cuente con todos los elementos geográficos posibles: grandes montañas, volcanes, lagos, un mar y un océano, ríos, bosques, playas, dunas y un clima tan inestable llama la atención, allí la naturaleza es bestial, y nos queda mucho por ver.

 

 ¿Qué os parece la cultura japonesa?

 

Envidiable. El respeto a los demás, la prudencia, el bienestar de las personas que les rodean, la amabilidad y entrega, el cuidado de lo que es de todos…es curioso que un país sin papeleras en las calles sea el país más limpio que hayamos visitado. Rápidamente sientes que quieres formar parte de esa sociedad.

 

¿Cuál fue vuestra experiencia/momento más romántico?

 

En el templo Jojakko-ji en Arashiyama. Detrás de la torre Tahoto estuvimos haciéndonos fotos y disfrutando de las vistas de Kioto, era temprano, con una temperatura muy agradable, acababan de abrir el templo y estábamos solos. Decidimos sentarnos un rato para vivirlo, porque es de esos lugares que no están en las guías turísticas de imprescindibles para visitar pero que al final disfrutas más.

 

 

Si pudierais repetir una de las experiencias que vivisteis en Japón ¿cuál sería?

 

Las mejores experiencias las vivimos a diario y, cuando volvamos, las repetiremos cada día de la misma forma. Tan simple como terminar un día de turismo agotador, ir al ‘konbini’ (tiendas de conveniencia 24h) más cercano a comprar la cena, estar una hora eligiendo el menú entre tantas opciones y luego cenar en casa todos juntos, recordando con risas todo lo vivido ese día.

 

En cuanto a la gastronomía, ¿qué es lo que más os gustó?

 

Mucha gente que no conoce Japón nos n por el sushi, y en 17 días sólo lo comimos un día, estaba espectacular, pero en España también los hay de mucha calidad. Al margen del sushi hay mucho que comer, tenemos varios platos que nos gustaron, no podemos elegir uno sólo.

 

El ramen que comimos en Osaka, en los bajos del Umeda Sky, fue nuestro primer ramen y el mejor que comimos, espectacular. En Kioto volviendo de Higashiyama, de noche, todo cerrado, un pequeño bar seguía abierto, porque al dueño se le olvidó darle la vuelta al cartel de cerrado, dos mujeres mayores dejaron su mesa para sentarse en la barra y que pudiéramos comer. En el menú había como plato estrella el katsudon, y lo pedimos todos…ninguno conocíamos el plato y fue la mejor cena del viaje, el dueño se atrevió a hablar algo en inglés con nosotros.

 

 

En Takayama probamos la carne de Hida, que es más sabrosa, tierna y jugosa de lo que os podáis imaginar, hay que probarla, merece la pena. Y para terminar, en Asakusa, en una de las paralelas a la calle Nakamise, tomamos udón frío y tempura, otro plato que nunca habíamos probado y que nos dejó alucinados por el contraste de sabores y temperaturas.

 

 

¿Recomendarías a otras parejas viajar a Japón en su luna de miel? ¿Qué les dirías que no puede faltar en su estancia (imprescindibles) tanto en destinos como planes?

 

Por supuesto que lo recomendamos. Alojarse en un ryokan con onsen al menos una vez. Salirse puntualmente de las zonas turísticas típicas y estar en contacto con el verdadero Japón, tanto en templos, parques como pequeños bares, donde se come mejor y con un trato más personal y acogedor. De destinos Tokio y Kioto hay que visitarlos, pero el parque y templo Todai-ji en Nara es un viaje rápido desde Kioto que no debería saltarse nadie.

 

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