HOME Back

Use the

Planning a Trip to Japan?

Share your travel photos with us by hashtagging your images with #visitjapanjp

Blog “Japón es posiblemente nuestro favorito por todas las sensaciones que transmite”

Isaac y Paula somos una pareja de A Coruña, apasionados viajeros desde muy pequeños, que cruzamos nuestro camino en 2009 y desde entonces no hemos parado de escaparnos por el mundo, tanto a destinos exóticos (Groenlandia, Svalbard, Kenia, Uganda, Islas del Pacífico,..) como tradicionales (Estados Unidos, Francia, Suiza, México,..), todos contados en nuestro blog www.chavetas.es, así como Japón ya en dos ocasiones, incluida nuestra Luna de Miel.

 

 

¿Por qué elegisteis Japón como destino de vuestra luna de miel?

 

Tras conocer alrededor de 70 países del mundo, Japón sigue siendo posiblemente nuestro favorito por todas las sensaciones que transmite. Es un país completamente diferente, con una fusión de historia y legado fascinante, y con ingredientes gastronómicos, tradicionales y culturales, que convierten cada día en una experiencia en si mismo.

 

¿En qué época del año fuisteis?

 

En las dos ocasiones que hemos estado en Japón, incluida la Luna de Miel, estuvimos en el mes de agosto y tuvimos muy buena suerte con el tiempo.

 

¿Qué recorrido hicisteis? ¿Cuántos días estuvisteis?

 

La Luna de Miel estuvo centrada en la zona de Tokio durante 8 días y combinada con otros países. Queríamos experimentar con tranquilidad una de las urbes más fascinantes del planeta, sus barrios, así como acercarnos a Yokohama y Kamakura para despedir el viaje a lo grande.

 

El otro viaje que realizamos fue un recorrido más completo y centrado exclusivamente en Japón de 17 días desde Miyajima e Hiroshima, pasando por Himeji, Okayama, Kobe, Kioto, Osaka, Nara, Inari, Kanazawa, Shirikawago, Takayama, Hakone, Tokio, Yokohama, Kamakura y Nikko.

 

Si tuvierais que elegir vuestro lugar favorito de Japón, ¿cuál sería? ¿Por qué?

 

Existe un lugar muy especial que es la isla de Miyajima, especialmente si te quedas a dormir. Transmite una de las sensaciones más difíciles de explicar con palabras, una mezcla de tranquilidad y espiritualidad combinada con el silencio y ese entorno de ciervos sagrados, que logra poner la piel de gallina.

 

 

En la Luna de Miel también aprovechamos para disfrutar de un onsen de Odaiba y de algún restaurante temático, que resultan (en otros términos) experiencias muy divertidas.

 

¿Es Japón como os lo esperabais? ¿Qué fue lo que más os sorprendió de la cultura japonesa?

 

Tienes una idea de lo que puede ser Japón por lo que lees antes de ir, pero luego allí te encuentras un mundo y una cultura fascinante. Su gastronomía, lo sencillo e intuitivo que resultan sus medios de transporte aunque no sepas el idioma, sus costumbres y tendencias tecnológicas. Siempre contamos que Japón es el único lugar del planeta que te despiertas en una isla mágica como Miyajima, en apenas 2 horas estás en un castillo medieval o un barrio samurái de épocas pasadas y acabas la jornada a 500km en apenas otro trayecto de 1 hora más, en una ciudad con una bahía futurista que nada tiene que ver con todo lo anterior. ¡Alucinante!

 

 ¿Cuál fue vuestra experiencia/momento más romántico?

 

 

Decidimos que la experiencia de despedida de la Luna de Miel fuese en un restaurante panorámico en el piso 51 del Shijuku Sumitomo Builiding, una torre de 210 metros de altura, y disfrutando de una extraordinaria carne de Kobe pertenece a una raza bovina originaria de Japón. Allí, entre rascacielos iluminados y un escenario muy futurista, dábamos por acabados unos días inolvidables.

 

Si pudierais repetir una de las experiencias que vivisteis en Japón ¿cuál sería?

 

 

Casi todas, por no decir todas. A la experiencia del onsen, de la carne de Kobe, los barrios samurái o adentrarte en un castillo medieval como el de Himeji, añadiríamos los barrios de geishas o ceremonias de té, el festival de Takayama al que acudimos en su día, la visita del precioso pueblo Shirakawago en los Alpes Japoneses, los espectaculares jardines de Kanazawa y Okayama, o la ruta de templos de Kamakura. Y podríamos seguir muchas líneas. Por ejemplo, ¿qué decir de los restaurantes temáticos? Nos encantó uno de temática “ninja” decorado como un verdadero poblado y se comía de lujo.

 

 

En cuanto a la gastronomía, ¿qué es lo que más os gustó? ¿Qué os traeríais a casa?

 

Somos absolutos apasionados de la comida japonesa. Udon, yakisoba, takoyaki, gyozas de todo tipo y, por supuesto, sushi y sashimi como no hemos comido en ningún lugar del mundo. Nos encantaban las tabernas con cintas giratorias que te presentaban los platos o kaitenzushi donde además comías por muy poco dinero, o la mencionada carne de Kobe que probamos tanto en Tokio como Kobe, aunque quizás la sorpresa más positiva fue la verdadera ceremonia que resulta cualquier okonomiyaki, esa especie de tortilla japonesa (o pizza, no sabríamos definirla) que se preparaba en planchas delante de nosotros tanto en Osaka como Tokio. ¡Espectacular!

 

A casa nos traeríamos unos cuantos kilos de carne de Kobe. ¿Se puede?

 

 

 

¿Recomendarías a otras parejas viajar a Japón en su luna de miel? ¿Qué les dirías que no puede faltar en su estancia (imprescindibles) tanto en destinos como planes?

 

Si, sin duda. De hecho ya lo hemos hecho con la hermana de Isaac y su marido, que fueron años después y creemos que tanto Kioto como Tokio, así como los Alpes Japoneses, son destinos obligados y un mínimo de 15 días y no deben faltar cualquier de las experiencias anteriores, así como algún plan especial como un atardecer y cena en Pontocho y el Gion en Kioto, subir al Monte Shosha en Himeji (recinto que transmite magia) o guardar un día para Takayama, un Japón diferente, a otro ritmo. Incluso, todavía son conocerlo, nos atreveríamos a decirles que preguntaran por las playas de Okinawa si buscan unos días de relax.  Seguro que no decepcionan.

 

 ¿Nos contáis alguna anécdota?

 

 

Si, claro que si. En la luna de miel estuvimos probando el famoso fugu o pez globo, el cual solo se puede servir en determinados lugares ya que solo formados cocineros están preparados para separar el veneno. Nos lo pusieron de varias formas y alguna de ellas resultaba especialmente deliciosa pero no nos avisaron que dejaban un poco de sustancia que lo hacía característico. Así, cuando probamos el primer plato, se nos empezó a dormir la lengua y llegamos a asustarnos y luego resulto que era esa pequeña cantidad que ponían para provocar ese efecto. Nos faltaba la “gallina debajo del brazo” para parecer que estábamos en una película de Paco Martínez Soria, jaja.

Más posts interesantes

Please Choose Your Language

Browse the JNTO site in one of multiple languages